La presidenta de Perú, Dina Boluarte, ratificó que su “Gobierno está firme” y acusó a los manifestantes que piden su renuncia de querer “quebrar el Estado de derecho” en medio de las protestas que piden su renuncia y que este jueves llegaron a Lima, con enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad.
“Quiero desmentir las noticias falsas (…) el Gobierno está firme y su gabinete más unido que nunca”, enfatizó Boluarte en una declaración de prensa celebrada junto a un grupo de ministros en el Palacio de Gobierno de Lima.
La gobernante aseguró que, a pesar del incremento de las protestas y enfrentamientos, mantiene su invitación al diálogo con las fuerzas políticas y sociales que exigen su renuncia y el cierre del Congreso, así como la convocatoria a elecciones generales y una asamblea constituyente.
“Nuevamente llamo al diálogo, llamo a la calma”, remarcó.
“Quieren quebrar el Estado de derecho”
Boluarte se dirigió, sin embargo, a los manifestantes para decirles que “sus protestas son cosas que ustedes saben que están al margen de la ley” y los acusó de querer “quebrar el Estado de derecho, generar caos y desorden, para tomar el poder de la nación”.
“Están equivocados, desde el Gobierno le decimos al pueblo peruano: la situación está controlada y estará controlada”, sostuvo antes de añadir que saben que “esos señores no van a cesar en su propósito de quebrar el Estado de derecho”.
Anunció, en ese sentido, que las autoridades actuarán “con todo el peso de la ley” y están “individualizando a estos malos ciudadanos que están generando actos de violencia”.
La jefa de Estado también elogió el “inmaculado” accionar de la Policía Nacional durante las manifestaciones de este jueves en Lima “y en algunos lugares focalizados donde las protestas violentas han ocurrido”.
Incluyó en su agradecimiento a los integrantes de la Fiscalía de la Nación, de la Defensoría del Pueblo y a la prensa, a la que manifestó su solidaridad “por aquellos hombres y mujeres de prensa que han sido agredido” durante las protestas.
“Los actos de violencia generados a lo largo de estos días, desde diciembre hasta ahora, en enero, no quedaran impunes, el Gobierno actuará dentro del marco de la Constitución y las leyes”, dijo.
Miles exigen la renuncia de Boluarte
Miles de peruanos de diversos puntos del país se congregaron este jueves en la capital en la denominada “toma de Lima”, para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso y expresar su hartazgo por el olvido del Estado que consideran que padecen.
“Nosotros reclamamos que se vaya este Gobierno (de) facto. Usurpadora (referido a Boluarte), no queremos que sigan muriendo más de nuestros compatriotas. No estamos en una guerra civil y aún así está asesinando a nuestros hermanos. No queremos una guerra civil”, dijo a EFE Víctor Pérez.
Pérez, que recorría la céntrica Avenida Abancay, afirmó que el actual ejecutivo no ha sido elegido por el pueblo, por lo que no es legítimo y quien sí lo es, es Pedro Castillo, el expresidente actualmente detenido y destituido tras su fallido autogolpe.
La marcha, convocada por sindicatos y diversas agrupaciones, comenzó antes de las 16:00 horas de forma pacífica, pero pronto se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y policías, quienes formaron grandes barreras para impedir el paso a avenidas con instituciones públicas.
“Estamos protestando de manera pacífica y nos parece indignante que no nos dejen pasar a (el acomodado barrio de) Miraflores. Es el colmo que los señores de Miraflores no nos dejen protestar en contra de esta dictadura porque simplemente se dan cuenta que les favorece. Favorece a todos los grupos de poder del país. En Perú estamos viviendo una dictadura”, clamó a EFE una manifestante con una bandera nacional en las manos.
Miles de personas marcharon con una fuerte presencia policial por el centro de Lima con el objetivo de llegar al citado barrio de Miraflores en las próximas horas.
Desde que comenzaron las protestas al inicio de diciembre, y con una nueva muerte confirmada este jueves, 55 personas han fallecido en enfrentamientos con las fuerzas del orden y en sucesos relacionados con los paros.