El financiamiento de los gobiernos para la educación pública es insuficiente para contrarrestar la “pobreza del aprendizaje” en los alumnos pobres en el nivel básico y superior, concluye el informe “Transforming Education with Equitable Financing” (Transformar la educación mediante una financiación equitativa) de la Unicef.
De acuerdo con el documento, el 20% de los alumnos más pobres en 120 países -entre ellos México- solo se benefician del 16% del gasto público de los gobiernos para educación en comparación con el 28% con que se benefician los niños ricos.
Por otro lado, en países de bajos ingresos la desigualdad se agrava aún más porque del total de la financiación nacional destinado a educación, el 11% es para los alumnos pobres y el 42% para los ricos.
En su análisis, el presupuesto asignado para el 20% de alumnos más pobres de México apenas alcanza el 17% mientras que para los hogares ricos es del 23%
Unicef calcula que una inversión mayor de un punto porcentual en el gasto educativo para el 20% más pobre de los 120 países analizados podría sacar a 35 millones de niños de educación básica de la “pobreza del aprendizaje”
Por último, alerta que los niños que viven en zonas de pobreza carecen de acceso a la educación, incluso desde antes de la pandemia de Covid-19, disparando el número de alumnos sin habilidades en lectura y matemáticas.