El pasado 14 de abril, en su conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), confirmó que la Agencia de noticias del Estado Mexicano (Notimex) desaparecerá, “ya que su gobierno no necesita un medio oficialista de noticias”.
Esto, después de una huelga de más de tres años, en los que los trabajadores se vieron ignorados, difamados y perseguidos por el gobierno de la 4T y la directora de la Agencia, Sanjuana Martínez.
Este hecho, no solo marca una pérdida para los cientos de trabajadores que llevan años sin que se les haga justicia por los periodistas que formaban parte de la agencia, sino, también, para todos los trabajadores del país y la libertad de expresión de este.
Notimex se encontró con un cambio radical, ante la llegada de la Cuarta Transformación y su representante ante el organismo, Sanjuana Martínez Montemayor, quien fue designada por el mismísimo presidente, en marzo de 2019. Martínez Montemayor, siguiendo la línea morenista de austeridad republicana, en sus primeros meses de dirección, llegó a despedir a casi 80 por ciento de los trabajadores, argumentando “incapacidad o ausencia”.
“Martínez Montemayor minimizó los cuestionamientos por los despidos, pues aseguró que «hablan de manifestación y son ocho personas, las fotos que he visto son de cuatro personas, eso no es manifestación, ¿hay 100 afuera? ¡Pues que entren! Me encantaría conocer tus fuentes, pero bueno, ya me imagino cuáles son tus fuentes», reprochó a la reportera que la cuestionó por las inconformidades de los despedidos” (19 de julio de 2019).
Esos desplantes públicos que han caracterizado a la directora de Notimex son los mismos que los ahora ex trabajadores han denunciado durante estos años, indignados (y con razón) por los despidos espontáneos, que poco o nada tenían que ver con la capacidad de estos.
El 21 de febrero de 2023 se cumplieron tres años de que el Sindicato Único de Trabajadores de Notimex (SutNotimex) instalara un plantón frente a la sede de la agencia, pidiendo justicia y un convenio con el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), el cual, al parecer, quedará sin resultado. Este paro tenía la característica de ser el segundo en los 51 años de historia de la agencia (el primero sólo duró dos horas, en 1993), ya que el papel del sindicato siempre garantizó los derechos de la mayoría, mismo que ahora ha desaparecido.
Desde la llegada de Martínez, a decir de muchos expertos, se violaron los principales principios sobre los que fue creada la agencia, siendo más que eso, una herramienta propagandística. “Está lejos de cumplirse el artículo seis… que establece la que toda información que genere o transmita la Agencia por cualquier medio de comunicación, debería realizarse con absoluta independencia editorial frente a cualquiera de los poderes de la Unión o de las Entidades Federativas, y bajo los principios de veracidad, imparcialidad, objetividad, pluralidad, equidad y responsabilidad”. (Forbes, 22 de junio de 2020).
Esta defensa de las ideas de la 4T, unida al desprecio al movimiento de trabajadores ha traído consigo una campaña mediática en contra del sindicado y sus líderes, como lo ha externado en diversas ocasiones Adriana Urrea Torres, secretaria general de este. “Hemos sido atacados y objeto de agresiones en el ejercicio profesional, por las autoridades de Notimex que es una institución del gobierno”. (El Sol de México, 21 de febrero de 2022).
El principal argumento del presidente y la 4T para desaparecer la agencia: «La verdad, ya nosotros no necesitamos una agencia de noticias en el gobierno, eso era de la época de los boletines y de la prensa oficial y oficiosa». Estas declaraciones omiten la clara preferencia del presidente por levantar su imagen y figura como si de un monarca se tratara, al punto de tener grupos de periodistas que sólo se dedican a la adulación y defensa de AMLO; además, del hecho de que el gasto en publicidad no ha desaparecido, sólo ha cambiado de manos.
Según Artículo 19, “lo que no han desaparecido son las prácticas discrecionales, opacas y la ausencia de planeación estratégica en la asignación del gasto de propaganda oficial, con medios de comunicación claramente favorecidos por la Cuarta Transformación como el periódico La Jornada, Televisa, TV Azteca y las estaciones de Radio Fórmula (El Economista, 8 de abril de 2022).
El conflicto de Notimex debería enseñarnos a todos -en especial a los periodistas de nuestro país- la necesidad de impulsar, alentar y defender al movimiento obrero, históricamente vilipendiado y humillado por los poderes económicos y políticos de México.
La lucha de Notimex se perdió por no tener apoyo del pueblo, cegado por las acusaciones de la 4T o la mera indiferencia. Juntos, el pueblo, los obreros y el periodismo, deben luchar codo a codo contra los poderosos y no entre ellos.