El antorchismo poblano exige una dura pena para el sujeto que intentó asesinar a nuestro líder en Huejotzingo y responsabilizamos de su vida a la presidencia municipal y al gobierno estatal.
Juan Manuel Celis Aguirre
A eso de las 3:30 de la tarde, del domingo 17 de septiembre, un sujeto llamado Gregorio Trinidad Amaro Macuil entró a la casa del líder de Antorcha en el municipio de Huejotzingo, Valentín Gómez Gabriel, con la intención de asesinarlo.
La razón: el hombre no paga luz ni agua, no participa en faenas de la colonia y tampoco paga el predio que debe, situación que afecta al resto de los integrantes de la colonia que acudieron a reclamarle; ante ello, molesto por el llamado de atención, drogado y alcoholizado, Gregorio Trinidad Amaro Macuil llegó en una camioneta que estacionó frente al domicilio, se armó con un machete y con un martillo y entró a la casa gritando que asesinaría a Valentín.
Nuestro compañero, en esos momentos, descansaba luego de una mañana de trabajo, reuniones, faenas y de atender varios asuntos. Por lo que, así, desprevenido por esa razón, fue asaltado por el criminal que entró y soltó el primer machetazo que hirió a Valentín Gómez en la cara; gracias a que la víctima interpuso la mano en el momento del ataque, el filo de la navaja no llegó a mucha profundidad a la cara, aunque sí le causó una herida grave, pero también hizo un corte grave en la mano.
Debido a que los alertaron los gritos del criminal al momento de entrar a la casa, los antorchistas que estaban ahí, pero en otras partes, de inmediato corrieron a defender a Valentín Gómez; así que, entre varios de ellos, lograron someter al presunto asesino, quitarle el machete, quitarle el martillo y llamar a la policía municipal para que lo detuviera y se lo llevara de inmediato y, conforme a la ley, iniciara el proceso penal por agresión, intento de homicidio y lo que resulte.
Lo cierto es que la policía municipal, encabezada por el ‘barbosista’ Maurilio Vázquez Diego, detuvo a Gregorio Trinidad Amaro Macuil y se lo llevó a la comandancia.
Sin embargo, los policías le insistieron a Valentín Gómez que se subiera a una de las patrullas para llevarlo a dar sus declaraciones contra su agresor. Sin temor de ningún tipo, porque él era el agredido y llevaba aún las cortadas ensangrentadas dado que ningún policía había llamado a la ambulancia para curarlo, se subió a la patrulla y fue conducido a la comandancia municipal.
Pero una vez que llegaron, le hicieron saber que no iba a declarar, sino que ahora se encontraba en calidad de detenido. Así, ahora detenido, herido aún, sin curación, la polícia del ‘barbosista’ Maurilio Vázquez Diego, comenzó a presionarlo para que si quería salir libre debía firmar un documento en el que reconocía que no se trató de un intento de homicidio, sino de una “riña”, en la que él había participado.
Es decir, la policía municipal buscaba una salida fácil para Gregorio Trinidad Amaro Macuil, que intentó asesinar a nuestro compañero antorchista.
Pero no esperaban que el tiro les saliera por la culata. Cuando la gente de la colonia y los antorchistas se dieron cuenta del nuevo atropello salieron a las calles y llegaron a la presidencia municipal, en donde ese mismo domingo realizaron una protesta pacífica, pero muy enérgica, para exigir de inmediato la liberación de nuestro compañero y su atención médica urgente.
Tras la presión, a eso de las 10 de la noche Valentín fue liberado. Después de eso, fue atendido por médicos con mucha experiencia y de inmediato él y sus compañeros se trasladaron al C5 para interponer la denuncia por intento de asesinato y otros delitos contra Gregorio Trinidad Amaro Macuil.
¿Por qué el jefe de la policía de Huejotzingo, el ‘barbosista’ Maurilio Vázquez Diego, intentaba disminuir la cárcel para el criminal e inculpar al mismo tiempo a nuestro compañero? Se trataba de una nueva represión política.
Por lo pronto, el antorchismo poblano exige una dura pena para el sujeto que intentó asesinar a nuestro líder en Huejotzingo y responsabilizamos de su vida a la presidencia municipal y al gobierno estatal.