La infantería israelí se adentró en Gaza el lunes, avanzando en tanques y otros vehículos blindados en la principal ciudad del territorio palestino, donde dijo que liberó a una soldado que militantes de Hamás tenían cautiva. En tanto, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu rechazó las exhortaciones para un cese del fuego, mientras Israel seguía bombardeando las cercanías de hospitales, donde miles de palestinos están refugiados junto a los heridos.
El ejército israelí indicó que una soldado capturada durante la incursión de Hamás en Israel el 7 de octubre fue rescatada en Gaza, lo que sería el primer rescate desde que comenzó la guerra. Los funcionarios castrenses proporcionaron pocos detalles, pero dijeron en un comunicado que la soldado raso Ori Megidish, de 19 años, estaba “bien” y se había reunido con su familia.
Netanyahu dijo que el “logro” alcanzado por las fuerzas de seguridad israelíes “demuestra nuestro compromiso para liberar a todos los rehenes”.
Rechazó también las peticiones para que haya un cese del fuego con el fin de facilitar la liberación de cautivos o poner fin a la guerra, la cual ha dicho será larga y difícil. “Las exhortaciones para una tregua son exhortaciones para que Israel se rinda ante Hamás”, afirmó en una conferencia de prensa. “Eso no ocurrirá”.
Netanyahu, que es objeto de la creciente indignación de los israelíes por no prever el peor ataque sorpresa contra el país en medio siglo, dijo también que no piensa renunciar.
Se cree que Hamás y otras milicias tienen cautivas a unas 240 personas. Netanyahu enfrenta cada vez más presión para garantizar su liberación, aun cuando Israel pretende aplastar a Hamás y poner fin a sus 16 años de gobierno sobre la Franja de Gaza.
Hamás, que ya ha liberado a cuatro rehenes, ha dicho que permitiría que los otros se vayan si a cambio Israel libera a miles de prisioneros palestinos. El gobierno israelí ha rechazado la oferta, y Netanyahu dijo que la invasión terrestre “crea la posibilidad” de sacar de allí a los rehenes y enfatizó que Hamás “sólo lo hará bajo presión”.
Hamás divulgó un video corto el lunes en el que se ve a tres mujeres cautivas. Una de ellas pronuncia una breve declaración en la que critica la respuesta de Israel a la crisis de los rehenes.
Se desconoce cuándo fue grabado el video de Hamás. The Associated Press suele abstenerse de reportar detalles de videos sobre rehenes, ya que muestran a individuos hablando bajo coerción y con frecuencia son utilizados con propósitos propagandísticos.
Amos Aloni, cuya hija Danielle aparecía en el video, les dijo a los reporteros que él y su esposa quedaron estupefactos cuando la vieron en televisión, pero también sintieron “alivio por el hecho de que esté viva y por verla”.
Las fuerzas armadas israelíes han sido vagas en sus reportes de operaciones en Gaza, incluidos su ubicación y el número de efectivos. Israel ha indicado que se encuentra en una nueva “fase” de la guerra, pero no ha declarado una invasión terrestre total.
Se han iniciado operaciones terrestres de mayor magnitud al norte y al este de Ciudad de Gaza. Israel dice que muchas de las fuerzas de Hamás y gran parte de su infraestructura, incluidos cientos de kilómetros de túneles, se encuentran en esa ciudad, que antes de la guerra tenía unos 650.000 habitantes, una población comparable a la de Washington, D.C.
Aunque Israel les ordenó a los palestinos que desalojaran el norte, donde se ubica Ciudad de Gaza, y se trasladaran al sur, cientos de miles se quedaron, en parte porque Israel también ha bombardeado blancos en las así llamadas zonas seguras. Aproximadamente 117.000 personas desplazadas que albergan la esperanza de mantenerse a salvo de los ataques están quedándose en hospitales del norte de Gaza, junto a miles de pacientes y personal, según cifras de las Naciones Unidas.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés), dice que casi 672 mil palestinos están refugiándose en sus escuelas y otras instalaciones en diversas partes de Gaza, que se encuentran operando al cuádruple de su capacidad.
Philippe Lazzarini, director de la UNRWA, acusó a Israel de aplicar un “castigo colectivo” contra los palestinos, y de obligarlos a desplazarse desde el norte de Gaza hacia el sur, donde de todas formas siguen sin estar a salvo.
La cifra de fallecimientos por la guerra superó 8.300 en el lado palestino, en su mayor parte mujeres y niños, indicó el Ministerio de Salud de Gaza. El número no tiene precedentes en las décadas de enfrentamientos entre israelíes y palestinos. Más de 1,4 millones de personas en Gaza han huido de sus hogares.
Del lado israelí han perecido más de mil 400 personas, principalmente civiles muertos durante el ataque inicial de Hamás, también una cifra sin precedentes.
Lazzarini dijo que 64 miembros del personal de la agencia habían muerto en las últimas tres semanas, el último de ellos sólo dos horas antes de que se dirigiera a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU. Se trataba de un funcionario de seguridad de la agencia junto con su esposa y sus ocho hijos.
