“Estamos iniciando una etapa nueva, es un cambio profundo, una transformación; no es un simple cambio de gobierno, es un cambio de régimen. Es el momento de expresar que para nosotros ya se terminó con esa pesadilla. Declaramos formalmente desde Palacio Nacional el fin de la política neoliberal, aparejada esa política con su política económica. Quedan abolidas las dos cosas: el modelo neoliberal y su política económica de pillaje, antipopular y entreguista. (Comunicado de prensa de la Presidencia de la República, 17 de marzo de 2019)”.
Estas son las palabras de Andrés Manuel López Obrador quien, como se ve, por decreto, cree hacer desaparecer el modelo neoliberal. Sin embargo, es fundamental considerar los principios filosóficos expuestos por Carlos Marx en las tesis sobre Feuerbach, específicamente la tesis número dos: “El problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de la práctica, es un problema puramente escolástico. (Carlos Marx, Tesis sobre Feuerbach, Tesis II)”.
Efectivamente, lo que diga López Obrador, no puede atribuírsele como verdad objetiva, para que lo sea, lo dicho debe corroborarse en la práctica. Es la práctica el criterio de verdad y vamos a dar algunos elementos que comprueban, en la práctica, que lo que dice el presidente no corresponde con la realidad. En primer lugar, está el tratado de libre comercio, elaborado por el gobierno neoliberal de Peña Nieto y que el nuevo gobierno de López Obrador, ratificó con un nuevo protocolo de modificación que desfavorecía a México; es más: “El presidente Andrés Manuel López Obrador entregó la condecoración “Miguel Hidalgo”, en grado banda, la mayor distinción que realiza el Estado mexicano a ciudadanos que han prestado servicios excepcionales al país, a Jesús Seade, subsecretario para América del Norte, por su destacada participación en la firma del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)”.
En otras palabras, López Obrador condecora a quien firmó para su gobierno un tratado comercial con Estados Unidos y Canadá que fortalece “el modelo neoliberal y su política económica de pillaje”. Una de las condiciones para que el neoliberalismo se termine es, precisamente, que no haya libre comercio. Entonces, ¿por qué el presidente de la república mexicana declara la muerte del neoliberalismo en marzo de 2019 y firma el tratado con el nuevo protocolo de modificación el 10 de diciembre de 2019? Esta incongruencia demuestra que lo que dice el presidente es falso.
En segundo lugar, es neoliberal que los ricos de México sean más ricos, en palabras del propio presidente de la república: “Se ayuda también a los de arriba, yo les puedo decir que no hay un rico de México que en el tiempo que llevamos gobernando haya perdido dinero, y a las pruebas me remito. Al contrario, les ha ido bien… Consideró que un avance de su gestión “que beneficia a los ricos” es que se haya logrado refrendar el tratado de libre comercio, lo que hizo a México de los países más atractivos para invertir y las inversiones representan empleos y buenos salarios para los profesionales mexicanos que trabajan en empresas extranjeros.” (Expansión Política, 22 de mayo de 2023).
Como se ve, el propio presidente, quien se encargó de decretar la muerte del neoliberalismo en México, dice que el refrendo de un tratado neoliberal favorece a los ricos, pero el enriquecimiento de los más ricos se logra sobre la base de los principios neoliberales, que en una sociedad que no tenga indicios de ser neoliberal no podrían obtenerse las mismas ganancias.
Efectivamente, el neoliberalismo potencia la concentración de la riqueza, los capitales tienen la facultad de poder importar y exportar con relativa facilidad y, finalmente, se basan en la extracción de la plusvalía, es decir, en la explotación de los trabajadores, pagándoles solo lo que necesitan para reproducir sus energías y estar listo para trabajar al día siguiente (en muchos casos se paga menos de lo que se necesita para ello); aun así, lo que produce el obrero con su trabajo es superior a lo que necesita para reponer sus energías. Ese excedente se conoce como plusvalía, que convertido en dinero es la ganancia, pero ésta se potencia si se promueve el intercambio neoliberal y eso es lo que sucede en México, amén del decreto del presidente. Por ende, que los ricos más ricos de México sean aún más ricos, significa que el neoliberalismo está jugando su papel, está cumpliendo con aquello para lo que fue diseñado.
Finalmente, el neoliberalismo fortalece los tratados comerciales ahí donde le conviene; se decanta a favor del libre comercio, pero sólo de palabra, pues, cuando sus intereses se ven afectados, incluso impone sanciones que van contra su filosofía neoliberal como es el caso de las sanciones contra Cuba, contra Rusia, contra China, etc. En este punto, México se había caracterizado por una política de no intervención y se había decantado a favor de la soberanía de los pueblos; sin embargo, este gobierno, como dijo Trump, ha sido doblegado y han obligado al gobierno mexicano de la 4T a obedecer órdenes del país más neoliberal entre los neoliberales: los Estados Unidos. ¿Rendirse a las exigencias de los Estados Unidos no es ser neoliberal? ¿Eso no es ser entreguista?
“El Ministerio de Comercio de China criticó la inclusión de “píldoras venenosas” en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) relacionadas con economías de no mercado (ENM), lo que pone a China y sus empresas en desventaja en América del Norte. Concretamente, cuestionó que el T-MEC no permite a ninguna Parte integrante negociar y firmar acuerdos de libre comercio con países definidos como ENM sin arriesgarse a ser expulsada del acuerdo. En cuanto a la solución de controversias en materia de inversión entre México y Estados Unidos, las empresas invertidas por una ENM no están calificadas como demandantes. (El Economista, 15 de agosto de 2023)”
México está entregado a las decisiones de una potencia neoliberal y, por ende, las decisiones que quisiera tomar de manera libre como país están ligadas a las decisiones de los poderosos de Norteamérica. Por ende, eso de que el neoliberalismo está acabado por decreto, es mentira; lo que vemos es un neoliberalismo fortalecido y que doblega cada vez más al gobierno mexicano en prejuicio del pueblo de México, que debería estar trabajando para la construcción de un mundo multipolar y fortalecer sus relaciones con China y con Rusia, y construir un país socialista con características mexicanas y no vivir en la ilusión de que una declaración basta para acabar con un modelo económico, que lejos de debilitarse en México, gracias a las políticas erróneas y desparpajadas de la 4T, se ha fortalecido: el neoliberalismo de la 4T.