El atentado contra un alcalde de Guerrero, el asesinato de un aspirante de Morena a diputado local en Veracruz y la ejecución de dos mujeres por negarse a pagar derecho de piso en Morelos, fueron los casos más sangrientos que ocurrieron en menos de 24 horas en México.
Horas antes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acusaba a transportistas de “politiqueros” por realizar un paro nacional que pide frenar la ola de violencia en carreteras; al mismo tiempo, daba visto bueno al pacto de la Iglesia Católica con grupos criminales para apaciguar la violencia en Guerrero. En ambas situaciones, el Estado mexicano ha quedado ausente, denunciaron el clero y los transportistas.
El primer ataque ocurrió la tarde del jueves en Temixco, Morelos, cuando sujetos armados dispararon contra dos mujeres por presuntamente negarse a pagar derecho de piso a fuera de su local de venta de pollo.
El segundo fue el atentado contra el edil de Taxco, Guerrero, Mario Figueroa, que mientras viajaba en su camioneta, fue interceptado por hombres armados que dispararon contra él; sus escoltas repelieron los ataques y abatieron a los sujetos. Reportaron al alcalde como ileso.
El otro hecho violento fue el asesinato en su auto, también a balazos, de Manuel Hernández, que era director General de Política y Gobierno del Ayuntamiento de Misantla, Veracruz y aspirante a diputado local de Morena.
Los casos se suman a las acumuladas durante el actual proceso electoral. El presidente AMLO aseguró durante la semana que no habría violencia en el actual proceso electoral, sin embargo, la narcoviolencia desbordada sigue expandiéndose y cobrando vidas.