El Presupuesto de Egresos de la Federación de 2024 (PEF) será el último que apruebe la Legislatura LXV de la Cámara de Diputados; y algunos de quienes la conformamos, podemos advertir a los mexicanos que su contenido económico representa una más de las ocurrencias del Presidente de la República, e igualmente absurdas como la de convertir el Estadio Azteca en una farmacia gigante con todos los medicamentos del mundo; cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) en Texcoco, que sería un precursor de desarrollo; y construir sus tres obras inútiles: el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la refinería Dos Bocas, que ya fue inaugurada pero no ha refinado un solo litro de combustible; y el Tren Maya, que ha absorbido más del doble del gasto público previsto y tendrá un alto costo ambiental y social, porque servirá a los turistas, pero no al pueblo. El elevado costo de las obras demuestra la falta de congruencia del gobierno morenista y la supuesta política de “austeridad republicana”, con su promesa de brindar atención “primero a los pobres”, a cuyas colonias y barrios ha dejado sin redes de agua potable, drenaje, energía eléctrica y carreteras y sin ningún apoyo para adquirir o mejorar sus viviendas.
Por ello nos opusimos, en su momento, a la desaparición de los fideicomisos destinados a la ciencia, al deporte y, particularmente, a la del famoso Fondo Nacional para Desastres Nacionales (Fonden), cuyos recursos financieros se aplicaban a resarcir los daños materiales que anualmente provocan las tormentas tropicales, los huracanes, las erupciones volcánicas y los terremotos; ya que el territorio mexicano se halla en una zona intertropical; es cruzado por el Eje Volcánico Central, que se inicia en Veracruz y atraviesa los estados de Puebla, Tlaxcala, Ciudad de México, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Colima, Nayarit, Morelos y Michoacán; y por si fuera poco, en el subsuelo de la zona costera con el Pacífico, de Baja California a Chiapas, hay tres placas tectónicas cuyo frecuente acomodo genera grandes dolores de cabeza a millones de mexicanos. Pero ninguno de estos flagelos naturales que, repito, son infaltables, detuvo el cortoplacismo electorero del gobierno morenista, para cuyo único futuro que interesa, es el de los comicios de 2024, sin prever que podría azotar un huracán como Otis, que devastó no sólo Acapulco, sino a otros 46 municipios.
Por cierto, es pertinente aclarar que cuando los morenistas revelaron que el costo de la reconstrucción sería muchísimo mayor al que calcularon inicialmente, de la noche a la mañana redujeron de 47 a dos los municipios que recibirán apoyos del Gobierno Federal para atender su situación de catástrofe. En la declaratoria de desastre publicada el dos de noviembre, el Diario Oficial de la Federación (DOF) informa que ésta incluía a 47 municipios del estado de Guerrero “por la ocurrencia de lluvia severa, vientos fuertes, inundación fluvial y pluvial el 24 y 25 de octubre de 2023”, cuyos nombres enlistó uno a uno. Pero al día siguiente, el gobierno morenista publicó en el mismo DOF que los municipios en desgracia no eran 47, sino sólo dos; Acapulco de Juárez y Coyuca de Benítez. ¿A qué se debió este vertiginoso cambio? A que el año próximo habrá elecciones y los morenistas decidieron no gastar el dinero en “nimiedades” como la de asistir a los guerrerenses más humildes que lo perdieron todo, porque este tipo de gastos tienen pocos resultados en términos electorales. Por ello, después de hacer cuentas y saber que no requieren sus votos, dejaron a su suerte a los damnificados. Ésa es la realidad, ¡no nos hagamos!
Con este mismo cálculo político, los morenistas han aprobado una larga serie de recortes presupuestales a los estados, municipios, órganos autónomos y ahora omitieron la demanda nacional de incluir en el PEF una partida especial para atender a los damnificados del huracán Otis; aunque introducirán recursos financieros al barril sin fondo en que el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ha convertido a Petróleos Mexicanos (Pemex); también a los partidos políticos, cuyos ingresos oficiales tendrán un incremento sustancial; porque en 2024 habrá elecciones. Una nota publicada el 22 de agosto de 2023 por el diario El Economista informa: “La Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó el anteproyecto de más de 10 mil 444 millones de pesos (mdp) destinados para los partidos políticos nacionales de cara a las elecciones de 2024, año en el que recibirán el mayor financiamiento de la historia. La anterior cifra registró un aumento de 53.86 por ciento, en comparación con el monto que se aprobó para el 2018, el cual fue de 6,788 mdp”.
Como se ve, los recursos para los partidos políticos aumentarán mucho, pero particularmente los de Morena, que pasarán de 649 mdp a tres mil 159 mdp en 2024 este año, un incremento del 386 por ciento. Recordemos que en 2017 creó un fideicomiso dizque para ayudar a los damnificados del fuerte temblor que hubo ese año, pero hasta ahora se desconoce el destino de ese dinero. ¿Por qué hoy Morena no hace un fideicomiso con sus prerrogativas para ayudar a los damnificados del huracán Otis? Porque solo piensa en las elecciones, y porque ayudar a los damnificados es poco rentable electoralmente, aunque esos tres mil 159 mdp no le vendrían mal a la bolsa de más de 300 mil mdp que se requerirán para reconstruir Acapulco y Coyuca de Benítez.
Es por ello que debemos persistir en la tarea de abrir los ojos a los mexicanos bien nacidos y de buen corazón para que se sumen a la causa del Movimiento Antorchista Nacional (MAN) y luchemos juntos por una patria más justa y mejor para todos. Si Antorcha estuviera gobernando este país, ya estaríamos viendo la manera de destinarle recursos a la reconstrucción de los 47 municipios afectados; hubiéramos organizado brigadas juveniles y revolucionarias para ayudar a orientar a la gente en las actividades de rescate. México sería mejor bajo un gobierno del pueblo con la guía del gran MAN y la luz de su gran líder, el ingeniero Aquiles Córdova Morán. ¡Súmense, mexicanos, a la lucha del Movimiento Antorchista!